Menuda fiesta de otoño hemos organizado. Gracias a las voluntarias que dinamizaron esta jornada, nuestros animosos residentes participaron activamente en las actividades que les propusieron.
Comieron castañas, elaboraron parte de la decoración, la voluntaria Beatriz actuó para el concurrido público, Manolo leyó poemas y, cómo no, hubo juegos, bailes, tarta y brindis por los cumpleaños. En definitiva, ¡que se puede pedir más pero no mejor!