Así de triste pero así de cierto. Con la reciente reordenación de las líneas del bus urbano, el Ayuntamiento nos ha dejado aislados por transporte público.
Somos muchos los afectados: los trabajadores, los familiares pero, por supuesto, también nuestras personas ancianas, muchas de las cuáles con problema de movilidad, algunas muy graves. Si la anterior parada de autobús estaba lejos, a unos 800 metros, ahora la más cercana está en el Camino de los Neveros, a casi 1,5 km. Esta distancia, además en subida sostenida, resulta una odisea para los residentes con andadores.
Un grupo de vecinos del barrio, y también los escolares, familiares y trabajadores del colegio María Nebrera se han sumado a nuestras reivindicaciones.
Llevamos más de 200 firmas recogidas, cifra que aumenta constantemente. Seguiremos con nuestras movilizaciones. Canal Sur ya se ha hecho eco de ellas. Y no pararemos hasta conseguir que podamos llegar en autobús hasta la residencia, nuestra casa.