El flamenco tomó protagonismo en la residencia. Y de la mano de unas protagonistas excepciones: las niñas de la escuela de baile de la asociación de vecinos de la Avenida Cervantes.
Su repertorio no dejó indiferentes a nuestros mayores, que aplaudieron y agradecieron la gracia y el esfuerzo que las pequeñas demostraron en el salón de actos.