La última receta que hemos aprendido en nuestro taller gastronómico ha sido de saladitos. Como no podía ser de otra manera, nos han salido de rechupete. La razón es muy simple: porque los saladitos han sido cocinados por saladitas (y algún saladito varón). Y es que las que nos arrimamos los fogones mayoritariamente somos las residentas. Nos ha encantado conocer esta receta, que para la mayoría de nosotras era nueva. En nuestros tiempos no era muy común cocinar saladitos. En cambio, sí que somos unas expertas en gazpachos como los del otro día o en pucheros. Por cierto, como las temperaturas empiezan a bajar, seguramente que pronto nuestro chef nos animará a hacer un puchero.
En definitiva: nos ha encantado conocer la forma de hacer este aperitivo. Como siempre, el buen humor ha reinado durante el rato que hemos estado preparando el hojaldre y el relleno. Porque, como os hemos dicho, somos unas saladitas (y algún saladito).